4.8.06



Mal Bicho!!!

Qué bicho externo será el que se nos entromete en el cuerpo y acaba con toda voluntad posible y existente a la hora de intentar no detenernos ante una vitrina alegremente adornada con carteles anunciando la frase de estos días...: descuentos sobre rebajas, rebajas sobre descuentos.

Bicho maldito!! me comió toda la voluntad!!... Allí estuve, codeandome con al menos unas cinco viejas (con todo respeto) unas 9 pendejitas y una amiga que está más grave que yo, en estas cosas ... por más de dos horas nos sumerjimos en cajones de saldos - ojo: que ahora no sólo en la ropa americana se encuentran cajones!!... a mi me gustan todos, no importa dónde estén, lo rico es... no sé "escarbar" buscando la prenda, y una vez encontrada, me siento como si hubiese sido yo la ganadora y no las demás... algo así como: "...leru leru!!! yo me llevo la más linda!!!..."-. Como les decía, me sumergí en cajones y también en gigantes ruedas de colgadores. Y es que todo está extrarebajado. Uf! menos mal que no tengo sueldo! menos mál que aún es temprano y no cuento con money pa decir: me los llevo todos.
¡Cómo es posible organizarse económicamente teniendo tales tentaciones...!!! y yo que no me considero materialista, ni consumista. Sólo lo justo y necesario. Al parecer el bichito causa efectos devastadores... Qué quedará para otras que yo conozco...mmm... y no puedo dejar de recordar a... mejor me reservaré sus nombres!!
Salí con una bolsita chica. Mi ángel bueno me hizo revisar mi presupuesto y advertirme un par de cosas. Sólo un par de guantes de cuero blanco invierno... hey!! los necesitaba!
Y la Joy... ah!!! mi amiga sí que está mal... tres bolsas!!! lo siento amiga... pero creo que tu bicho es más grande que el mío...
Mmmm... llegué a casa, y en mi billetera, me quedan ahora, 5 bichos pa los gastos de la semana, menos mal que no me compré nada más.
Por favor, don dinero, no sigas contagiando!!!

1 comentario:

Anónimo dijo...

Querida Mujer del Viento:
¿Me conoces? Yo creo que sí… soy el artículo más deseado sobre la faz de la Tierra. Soy fácil de reconocer en casi cualquier parte del mundo, prescindiendo el idioma que se hable. A muy pocas personas, sin importar de qué país sean, se les ocurriría ir sin mí a otro lugar. A menudo las guerras y la duración de éstas se basan en mi abundancia y disponibilidad.
Muchos padres sufren la trágica experiencia de que les secuestren sus hijos debido al rescate que puedo pagar. Me toman a punta de pistola o me entregan a manos llenas a hombres que hacen falsas promesas. Algunas mujeres se casan por mí, y otras se divorcian debido a mí. Puedo dividir a familias y causar una legión de ayes a los que me aman. En cierta ocasión vi a un hombre traicionar por 30 piezas de mí al mejor amigo que pudiera haber tenido.
Es probable que en mi nombre muchas personas se hayan hecho más daño y perjuicio duradero unas a otras que por cualquier otra razón.
Represento distintas cosas a diferentes personas. Soy dinero para sobornar, dinero para comprar el silencio de ciertas personas y dinero de comisión confidencial. Soy dinero robado, dinero obtenido a costa de la vida ajena y dinero de pensión. Soy dinero para drogas, bebidas alcohólicas y tabaco. Éstos son solo algunos usos del dinero que pueden causar gran pérdida a la vida y daño al cuerpo. Para otras personas soy el necesario pero siempre escurridizo dinero que se gasta a diario... algunos me acusan de tener alas con las cuales desaparezco volando. Las personas que tienen un amor continuo por mí se excitan con deslumbrantes visiones de riquezas y felicidad. Pero, lamentablemente, aun después que algunas han acumulado grandes cantidades de mí, descubren con mucho pesar que no les he traído la verdadera felicidad que habían esperado, y por eso el índice de suicidio entre ellas es asombrosamente alto. Se han escrito muchas cosas de mí para mostrar que no soy el remedio universal que la gente había esperado que fuera.
Ya no soy lo que solía ser pero los cambios verdaderamente dramáticos que tú has visto tienen que ver con mi valor. Se relaciona con el asunto de la deflación y la inflación. Cuando se me infla, mi valor se desinfla. Lo que se ha inflado no han sido solo sus inquietudes y preocupaciones, sino el costo de los artículos que tú compras por medio de mí. Así, lo que hace algunos años tú podías comprar con solo mil pesos -por ejemplo, aquellos guantes blanco invierno-hoy requieres muchas luquitas más.
Todos pueden ver claramente que entro y salgo del bolsillo como un relámpago. Sin embargo, soy un artículo necesario en tu vida. Puedo traerte cierta medida de felicidad temporal si me consideras por lo que realmente valgo. Pero si me atribuyes más valor del que en realidad tengo y me haces tu meta principal en la vida...puede ser que jamás tenga la posibilidad de ver esa linda sonrisa que tanto gusta.

Atte. Don Dinero
PD: ¡Que el consumo no te consuma!

 
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