5.12.06


Poco afortunado para mí, fue aquel espacio y distancia entre dos asientos en una micro cualquiera de vuelta a casa.
Sentada en el último asiento... -no sé que me dio por caminar hasta la última fila, nunca lo hago-. Bastó con sentarme, mirar hacia el frente entre aquellos centímetros de visibilidad, para ver cómo él tiernamente la miró a los ojos y la besó, mientras lo hacía pude ver cómo modulaba un maravilloso "te amo"... no... en realidad era un "té - á-mo". Lo dijo dos veces... y bajé la mirada, luego preferí distraerme con la ciudad que pasaba rápido, en lugar de que la nostalgia y el corazón me apretaran el cuerpo.
No sé... pero... aunque traté no pude sacarme aquella imagen de la cabeza...: una tierna mirada, un beso y un te amo... me sobrepasaron.
Pensé en cuánto tiempo tendrá que pasar, en cuántos días tendré que vivir, en cuántas personas tendré que conocer, a cuántos lugares tendré que ir ... antes de verme en los pies de aquella muchacha que ni siquiera vi su rostro, pero que tal vez es más afortunada que yo... o quizá no, es sólo que me causó una envidia sana .
Como sea, ella tiene a alguien que le dice "te amo" y yo no. Y no sé si será más feliz que yo, y yo menos querida que ella, pero las palabras siguen siendo importantes para mí, mucho, mucho más que las acciones, y tampoco sé si eso sea lo mejor, pero así es.
Quizá la edad me está pasando la cuenta y la soledad también. Cuatiquerías tal vez, no?.
De aquel día han pasado cuatro, y la verdad es que ese trayecto en micro, me sigue marcando en ocupado...
Sé que hay alguien que me quiere... con altos y bajos, pero lo hace y se esfuerza por ello. Sólo espero que sea él y no otro quien algún día, da lo mismo cuándo, me mire, me bese y me diga "te amo". Sólo espero.

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Tu siempre serás querida

Anónimo dijo...

Mientras mis ojos recorrían las imágenes creadas por tus palabras, no podía dejar de pensar en los versos de cierto personaje del que prefiero no acordarme... “Verse y amarse locamente fue una sola cosa. Ella tenía los colmillos largos y afilados. Él tenía la piel blanda y suave: estaban hechos el uno para el otro”. Creo que una parte de mí -supongo que la más ingenua- aún sigue levantando la mirada, buscando entre medio de la gente, a aquel dulce ángel de colmillos largos y afilados. Una vez creí encontrarla cerca del sol, oculta en medio de su oscuridad, pero no fue más que el efecto reflejo de mis ojos buscando los suyos. Han de ser los más hermosos que jamás haya visto porque, desde ese día, no existen momentos –aunque otra me acompañe- en los que no me acuerde de ella, de su voz, de sus labios con sabor a sal y de sus manos... sobre todo de sus manos. ¡Cómo olvidarlas! La suavidad con que logró cautivar mis sentidos fue suficiente para comprender que jamás volvería a verla. ¡Qué ironía! ¡Cuando crees encontrar aquello que has estado buscando durante toda tu vida... te das cuenta de que no fue más que una ilusión! ¡Sí...sólo una ilusión....pero la ilusión más increíble de mi vida! ¿Volveré a encontrarte?
a/c

Unknown dijo...

Gracias por mirar unomira con buenos ojos. Andaba por Colchagua haciendo una guía enoturística y me topé con esa imagen. Espero seguir compartiendo imágenes e impresiones varias, de esa zona o la que sea.

Otra cosa: no creo que se te vaya a pasar la micro. jj

Anónimo dijo...

No puede se runa mera coincidencia...

aunq suene posesivo ( y totalmente respetando tus dºs de autor) puta q me llegó tu texto... sniiiif!!!

ya...
latera y rayando la papa

q más me qda

besos

Xavier dijo...

El amor como con las cosas perdidas, cuanto menos las busques antes te toparás con ellas.

De mientras, lo mejor es reír. :-D


¡Besotes!

 
Leer mi libro de visitas