Con ella entre mis labios busco tu recuerdo y... miro tus pupilas, esperando asomarme al menos en una de ellas, pero sólo estoy en el reflejo del cristal que me conquista como quisiera lo hicieras tú.
Ayer brindé en tu nombre y no porque te lo merezcas, sino más bien porque me lo merezco, merezco un sorbo, dos y tres... para diluir pensamientos y secretos ingratos que me apuntan como un fusil retrógrado, que si quisiera utilizar para terminar con el último de mis suspiros, lo más probable es que no funcione.
Las desdichas no te matan... a veces creo que ni siquiera se merecen llamar así... tan elegante..., por cobardes, por poco temerarias, porque son como aquel perro que ladra, pero no muerde... hacen daño y en eso se quedan, te pinchan, te cortan, y se van; arrancan y se desvanecen, o se ocultan en un sitio no muy lejano, esperando acechar una vez que te voltees.
Me pregunto si habrás brindado en mi nombre o si aún lo haces en nombre de otra. Pues hazlo. diluye tú también mi rostro, mis huellas. Hazme desaparcer de tus recuerdos, olvidas mis manías, mis imperfecciones, en fin... lo poco de mí que queda en ti.. Hazlo, que yo lo hago, porque anhelo conocer a alguien tras la puerta de un departamento arrogante y en medio de un cigarro conquistarle. Y devolver la sonrisa perdida en alguna batalla de la cual salió con vida, pero herido.
Todo... por una copa!!!
3 comentarios:
ey!!!!!! todo y mucho màs harìa y alucinarìa por una copa.
Yo, firmo.
Exquisitas letras... bellas
Conociendo tu espacio, leyendo y pensando en Volver.
MentesSueltas
Tienes un estilo completamente innovador, agil.
Todo un escrito fantástico
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